¿La carne a la brasa de leña sabe mejor? Esta es una de las múltiples preguntas que los amantes de la carnita asada se hacen. No al horno, ni en parrilla eléctrica o al carbón. Aquí te decimos por qué se produce este cambio de aromas y sabor.
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Secretos para una armar una carne a la brasa
El humo
La señal de que ya se armó la carnita asada es el humo. Ese olorcito que hace que tu vecino guarde la ropa del tendedero. Sí, de eso hablamos, no te hagas.
El humo es el arma poderosa del asador, es la manera más antigua de sazonar la comida con una combinación de gases y líquidos en suspensión.
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Las maderas
Sin duda alguna, no todos los humos son iguales. Algunas de las maderas más recomendables para hacer carne a la brasa son las maderas duras, pero si buscas que aporten sabor a la comida puedes elegir el nogal, el roble y otros tipos de árboles frutales.
En caso de no conseguir suficiente cantidad de madera puedes utilizar astillas de una determinada madera junto con otra fuente de calor para buscarle ese sabor a la carne.
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El carbón
Aunque el carbón permite cocinar la carne a la brasa más rápidamente, a no toda la gente le gusta, esto debido a que no existe un sabor a ahumado para los amantes de la carnita.