Los elotes asados son el acompañamiento ideal para el verano. Son baratos, fáciles de preparar y tienen un sabor exquisito.
Existen tres formas comunes de hacer elotes asados, pero el método más fácil es simplemente dejarlos con sus hojas para que atrapen el calor y la humedad.
Preparación con las hojas
Elige los que tengan las hojas verdes brillantes y pegadas fuertemente a la mazorca.
Precalienta la parrilla a una temperatura media-alta, de 180 a 200 °C (de 350 a 400 °F) aproximadamente. Para usar una parrilla de carbón, coloca una capa uniforme de carbón y caliéntalo hasta que se vuelva gris.
Remoja los elotes para aumentar su jugosidad y hacer que las hojas se quemen menos, a continuación agrega mantequilla y listo.
Con papel aluminio
El papel de aluminio mantendrá los elotes calientes por más tiempo. Si vas a hacer un asado a la parrilla para una fiesta grande, asa primero los elotes envueltos en papel de aluminio y luego déjalos envueltos mientras terminas de cocinar el resto.
Si decides remojarlos, sumerge por completo todas las mazorcas en una olla o tazón con agua fría unos 15 a 20 minutos. Esto permitirá que los granos absorban más humedad y quedarán gordos y jugosos.
Pela todas las hojas, quita los pelos de las mazorcas y precalienta la parrilla para asar a temperatura media-alta.
Enrolla cada elote en un cuadrado de papel de aluminio y gira los extremos para asegurarlos, como si fuera el envoltorio de un caramelo.
Cubre la parrilla y deja que se cocinen de 15 a 20 minutos más o menos. Gíralos de vez en cuando con unas pinzas de cocina para evitar que se quemen de un lado y listo.
Elotes asados sin sus hojas
Los elotes asados sin sus hojas nunca quedarán tan jugosos como con las otras opciones y se corre el riesgo de que se quemen. Es mejor asarlos a temperatura media.
Pela las hojas y quítales los pelos. Vigila los elotes de cerca y dales vuelta de vez en cuando. Los granos se aclararán y luego se volverán marrones al caramelizarse.